Un cuento de amor oriental, plagado de simbolismos y tratado con la habitual ternura de su director. El amor de la madre que se separa voluntariamente de su hijo para que pueda vivir y pueda ser algo más que un niño muerto más. El amor de un hijo que camina descalzo para sentir la tierra que le comunica con su madre a la que habla mirando a la luna y a la que escribe cartas que nunca recibirá.
Amor y comprensión que puebla la vida de Shlomo entre la indiferencia, la incomprensión e incluso el odio de quienes no pueden amar ni comprender porque están dominados por las ideologías o por las religiones, que no dejan de ser ideologías.
El poder del círculo