"Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos."
Julio Cortazar, Rayuela, capítulo 73.
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jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Puede haber algo más emocionante que ganar mucho dinero?

A George Cukor le parecía que sí. Holiday, otra maravillosa comedia que George Cukor dirigió en 1938, es un esperpento que cuando termina no podemos evitar que nuestras manos se agiten en un largo y contundente aplauso, aunque estemos sentados en casa y la veamos en una pantalla pequeña.

Johnny Case (Cary Grant) tiene que elegir entre la ambición de los emprendedores y la vida. Su inclinación hacia la segunda opción hace que incluso le llamen "antiamericano". Porque ¿qué es sino el "sueño americano"? El sueño capitalista del enriquecimiento perpetuo, el crecimiento indefinido, la reactivación económica, la prosperidad de las naciones, las riquezas sin fin, el progreso...


¿Cómo podemos imaginar que alguien decida que lo que quiere hacer con su vida es simplemente vivirla?


Una vez más hay que agradecer a George Cukor otra de sus pequeñas, pero grandísimas, películas en las que siempre aparecen mujeres libres, que toman sus propias decisiones desde el papel de "tontas" oficiales que tienen adjudicado en un mundo patriarcal. Y en las que siempre aparecen colgados en las paredes de las estancias en las que se desarrollan cuadros conocidos, muchos de ellos de conocidos pintores impresionistas como Degas o Mary Cassatt, artistas para quienes las mujeres también eran protagonistas importantes en sus obras.