Las comedias de Cukor hablan mucho más de lo que puede parecer. No paran de enviarnos mensajes. Cukor tenía la capacidad de hacernos pasar un buen rato mientras nos confrontaba con situaciones "normales" no tan normales. Sus mensajes ocultos son muy diferentes de los habituales en el cine de su misma época y de otras épocas. Una de las constantes del cine de Cukor son las mujeres, mujeres que desentonan en la sociedad patriarcal en la que viven inmersas.
Cuando las mujeres no son más que una simple costilla... no se les puede considerar como a los hombres. A un hombre se le disculpan ciertas pequeñeces como la infidelidad, y si su mujer es infiel se comprende que en un arranque de ira dispare contra ella. Pero una mujer infiel a su marido!!! qué barbaridad!! se merece lo que le pueda pasar, pero si su marido le es infiel... tiene que entenderlo. Si se le ocurre disparar contra él y contra su amante es una asesina y debe pagar por ello.
La misma ley que se aplica implacable contra una mujer resulta indulgente con un hombre.
Hasta las palabras establecen diferencias. La misma palabra tiene connotaciones positivas si se aplica a un hombre y negativas si se aplica a una mujer. Una mujer pública es una puta, pero un hombre público es un personaje relevante de la política o de las finanzas.
Judy Holliday interpreta en esta película el papel de la esposa engañada que dispara contra su marido y su amante. Como siempre. Fantástica actriz.
Una cita en Bray: una cita en el cine
Una cita para compartir ensueños. Una cita con el cine y con la literatura, porque el cine y la literatura acercan hasta nosotros imágenes que evocan nuestros recuerdos, nuestras ensoñaciones y nuestras sensaciones presentes, pasadas y futuras. Porque en el cine y la literatura las realidades parecen de ficción y las ficciones parecen reales diluyendo las fronteras entre el sueño y la realidad.
"Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos."
Julio Cortazar, Rayuela, capítulo 73.
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martes, 25 de diciembre de 2012
lunes, 24 de diciembre de 2012
jueves, 20 de diciembre de 2012
¿Puede haber algo más emocionante que ganar mucho dinero?
A George Cukor le parecía que sí. Holiday, otra maravillosa comedia que George Cukor dirigió en 1938, es un esperpento que cuando termina no podemos evitar que nuestras manos se agiten en un largo y contundente aplauso, aunque estemos sentados en casa y la veamos en una pantalla pequeña.
Johnny Case (Cary Grant) tiene que elegir entre la ambición de los emprendedores y la vida. Su inclinación hacia la segunda opción hace que incluso le llamen "antiamericano". Porque ¿qué es sino el "sueño americano"? El sueño capitalista del enriquecimiento perpetuo, el crecimiento indefinido, la reactivación económica, la prosperidad de las naciones, las riquezas sin fin, el progreso...
¿Cómo podemos imaginar que alguien decida que lo que quiere hacer con su vida es simplemente vivirla?
Una vez más hay que agradecer a George Cukor otra de sus pequeñas, pero grandísimas, películas en las que siempre aparecen mujeres libres, que toman sus propias decisiones desde el papel de "tontas" oficiales que tienen adjudicado en un mundo patriarcal. Y en las que siempre aparecen colgados en las paredes de las estancias en las que se desarrollan cuadros conocidos, muchos de ellos de conocidos pintores impresionistas como Degas o Mary Cassatt, artistas para quienes las mujeres también eran protagonistas importantes en sus obras.
Johnny Case (Cary Grant) tiene que elegir entre la ambición de los emprendedores y la vida. Su inclinación hacia la segunda opción hace que incluso le llamen "antiamericano". Porque ¿qué es sino el "sueño americano"? El sueño capitalista del enriquecimiento perpetuo, el crecimiento indefinido, la reactivación económica, la prosperidad de las naciones, las riquezas sin fin, el progreso...
¿Cómo podemos imaginar que alguien decida que lo que quiere hacer con su vida es simplemente vivirla?
Una vez más hay que agradecer a George Cukor otra de sus pequeñas, pero grandísimas, películas en las que siempre aparecen mujeres libres, que toman sus propias decisiones desde el papel de "tontas" oficiales que tienen adjudicado en un mundo patriarcal. Y en las que siempre aparecen colgados en las paredes de las estancias en las que se desarrollan cuadros conocidos, muchos de ellos de conocidos pintores impresionistas como Degas o Mary Cassatt, artistas para quienes las mujeres también eran protagonistas importantes en sus obras.
martes, 18 de diciembre de 2012
Pietà... el milagro asiático
Pietà. La última película del director coreano Ki-duk Kim, ganadora del máximo galardón en el último Certamen de Venecia, ha sido objeto de numerosas críticas y ha levantado bastante polémica.
Es una película despiadada en la que el sexo y la violencia son explícitos, lúgubres, desagradables, pero en la que sobre todo lo que es más explícito, más lúgubre, más desagradable, más angustioso y más doloroso es el capitalismo salvaje. Es lo que al final de la película, nos hace solidarizarnos con el horror y compartir un poco de piedad con los más despiadados de los despojos del capitalismo que ha creado el milagro asiático.
No nos gustan estas películas porque aunque no lo queramos y la mayor parte de las veces no seamos conscientes de ello, nosotros somos los culpables del horror que vemos en la pantalla. Porque para que nosotros podamos conducir nuestros cómodos vehículos y enviar mensajes multimedia por nuestros preciosos aparatos de última gama, hay muchos seres humanos, algo más bajitos que nosotros, barbilampiños casi siempre, con cara de niños, viviendo en unas condiciones y sufriendo unas humillaciones que nos parecen "de película".
Los despiadados somos nosotros si no sentimos piedad por los despiadados, por nosotros mismos y por el mundo en el que vivimos.
Pietà. Michelangelo Buonarroti
No nos gustan estas películas porque aunque no lo queramos y la mayor parte de las veces no seamos conscientes de ello, nosotros somos los culpables del horror que vemos en la pantalla. Porque para que nosotros podamos conducir nuestros cómodos vehículos y enviar mensajes multimedia por nuestros preciosos aparatos de última gama, hay muchos seres humanos, algo más bajitos que nosotros, barbilampiños casi siempre, con cara de niños, viviendo en unas condiciones y sufriendo unas humillaciones que nos parecen "de película".
Los despiadados somos nosotros si no sentimos piedad por los despiadados, por nosotros mismos y por el mundo en el que vivimos.
El más cruel, el más despiadado, es una víctima y la piedad puede ser también una forma de venganza, una forma de violencia. La violencia también puede vestirse de piedad. Como el más cruel personaje de esta película, todos somes huérfanos, abandonados en un mundo en el que todo lo mueve el dinero que es lo único que nunca jamás puede ser símbolo de piedad.
lunes, 17 de diciembre de 2012
un diablo con buen corazón
Otra gran película del gran Cukor con la gradísima, guapísima, estupendísima Sofía Loren jugándoselo todo en una partida de poker con el pistolero más peligroso del contorno.
Un diablo con calzas rojas, que en castellano se tituló algo así como "El pistolero de Cheyenne"... ¿cosas de la censura?
Un diablo con calzas rojas, que en castellano se tituló algo así como "El pistolero de Cheyenne"... ¿cosas de la censura?
Una partida de cartas muy especial en la que Angela Rossini (Sofía Loren) pone toda la carne en el asador.
domingo, 16 de diciembre de 2012
¿crees que soy tonta?
Judy Holliday, una actriz casi desconocida que falleció tempranamente, borda en esta magnífica película el papel de la típica, tópica y mítica rubia "estúpida"... pero no tan estúpida como puede parecer.
Su actuación en esta película le valió un Oscar a la mejor actriz, pero también que fuera convocada por el "comité McCarthy" como sospechosa de pro-comunista. Ante los inquisidores de la "caza de brujas" que la acusaban de actividades comunistas respondió con la lógica ilógica y el tono de voz del personaje de "Born Yesterday".
Billie es la mujer objeto de un "emprendedor", un "self made man", el típico americano hecho a sí mismo, orgulloso de la fortuna que ha hecho él solo. Un buen ejemplo de lo que todavía nos siguen vendiendo. Cualquiera puede llegar todo lo lejos que quiera si trabaja duro. Lo que no dicen tan claro es que para ello es importante también la falta de escrúpulos. Sobre este asunto se suele pasar de puntillas. La falta de escrúpulos para comprar a los políticos y para "engañar" en los negocios...
Pero esta "mujer objeto" no es tan tonta como parece. Solo necesita una chispa que le despierte para que lo ponga todo patas arriba.
Su actuación en esta película le valió un Oscar a la mejor actriz, pero también que fuera convocada por el "comité McCarthy" como sospechosa de pro-comunista. Ante los inquisidores de la "caza de brujas" que la acusaban de actividades comunistas respondió con la lógica ilógica y el tono de voz del personaje de "Born Yesterday".
Billie es la mujer objeto de un "emprendedor", un "self made man", el típico americano hecho a sí mismo, orgulloso de la fortuna que ha hecho él solo. Un buen ejemplo de lo que todavía nos siguen vendiendo. Cualquiera puede llegar todo lo lejos que quiera si trabaja duro. Lo que no dicen tan claro es que para ello es importante también la falta de escrúpulos. Sobre este asunto se suele pasar de puntillas. La falta de escrúpulos para comprar a los políticos y para "engañar" en los negocios...
Pero esta "mujer objeto" no es tan tonta como parece. Solo necesita una chispa que le despierte para que lo ponga todo patas arriba.
La partida de cartas.
¿Qué tendrán las partidas de cartas en el cine? Hace poco recordábamos otra famosa partida de cartas en el bar de César en la película "Marius" de Marcel Pagnol...
viernes, 14 de diciembre de 2012
la insoportable dificultad de ser diferente
En un mundo de plástico todo está en su sitio y todo debe estar en su sitio. Todo es como es y siendo como es todo es perfecto. Somos ricos, felices, guapos, nos lo pasamos bien, tenemos todo lo que nos venden en las series televisivas de color pastel.
Pero si algo desentona se desmonta el mundo perfecto. Si algo es distinto es imposible. No puede ser. Hay que arreglarlo y si no se puede arreglar hay que expulsarlo del mundo perfecto, tan perfecto como si fuera de plástico.
Mintras tanto nos hacemos daño, mucho daño, mientras escapamos sin saber hacia donde, viviendo la diferencia como una desgracia. Como si otras "perfecciones" no fueran posibles, no tuvieran cabida en nuestro mundo "perfecto".
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