L'équipier (Philippe Lioret, 2004)
La atmósfera asfixiante de una isla perdida en el Atlántico, que evoca la que nos envuelve cuando leemos "La mer de Sirtes" de Julien Gracq, no nos abandona ni un instante. Un faro, La Jument, en medio de un mar salvaje, sin domesticar, un extraño que provoca rechazo, especialmente en las comunidades pequeñas, cerradas y aisladas, unas gentes encerradas en sí mismas, llenas de temor, sin esperanzas, que aman y odian a la vez...
Gentes que buscan salidas, que saben de sus contradicciones y que no se conforman nunca y gentes que saben siempre cuál es su lugar, qué es lo que hacen y qué es lo que hay que hacer, que nunca podrán entender nada que sea "extraño", que se encuentre fuera de sí mismos, con esa seguridad que tienen los que saben siempre "cómo son las cosas". Los otros, los extraños son los que viven con sus contradicciones, las conocen y se rebelan.