"Un tanto azorado, me
enteré de que esa misma tarde pasaban la primera versión de El gran juego cuyos
protagonistas eran Françoise Rozay, Fierre Richard Vilm, Charles Vanel. Me comparé con un
bibliófilo que por azar encuentra en una librería de mala muerte el precioso libro largamente
buscado. Por algún motivo oscuro, o por haberla visto sin que mis amigos la vieran, la
película fue, durante años, la muletilla que en nuestras conversaciones yo esgrimía. Si
querían de noche arrastrarme al cinematógrafo, petulantemente preguntaba: «¿Van a
mostrarme otro Gran juego?». Cuando llegó la nueva versión, lo reconozco, perdí los
estribos, me enconé contra una obra que no carecía, posiblemente, de méritos, la denuncié
como ejemplo de la decadencia de todo."
Adolfo Bioy Casares, El lado de la sombra
Porque los sueños y las ilusiones pueden ser más reales que la realidad... porque la realidad nunca es como nos la imaginábamos...