En 1943, en pleno conflicto bélico y pocos meses después de la muerte de Heydrich y de la masacre y destrucción de Lidice, Douglas Sirk rodó esta película de ficción utilizada como propaganda antinazi y justificando la intervención americana en la guerra. Basada en hechos reales: la muerte de Heydrich como consecuencia de un atentado y la destrucción del pueblo de Lidice ordenada por Hitler.
No se trata de un documento histórico, sino de una obra de ficción basada en hechos históricos:
"Apoyarse en una historia verdadera, explotar al máximo los elementos novelescos, pero inventar alegremente cuando le convenga a la narración sin tener que rendirle cuentas a la Historia." (Laurent Binet, HHhH, p. 226)
