"Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos."
Julio Cortazar, Rayuela, capítulo 73.
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sábado, 3 de noviembre de 2012

Je t'aime... d'amour!

Pobre Ugolin... que buscó su fortuna haciendo desgraciados a otros, casi sin quererlo pero sabiendo que lo hacía, que en el mismo pecado tuvo la penitencia y que amó "de amor" a quien le despreciaba, a quien tanto daño había hecho y a quien quiso ofrecer la reparación del mal cuando ya era demasiado tarde.

Pobre Galinette... y pobres Manon, Papet,  Jean de Florette, pobres gentes vapuleadas por la costumbre de callar, por la costumbre de despreciar a los forasteros, por la costumbre de odiar a los vecinos, por la costumbre de engrandecer el linaje... vapuleadas por una tierra dura y áspera en la que el agua llega a ser una obsesión... El agua de las colinas...

 Ugolin en la segunda parte de la película de Pagnol (1953)


Marcel Pagnol hizo una larga película, que dividió en dos partes, a comienzos de los años cincuenta, "Manon des sources". Algunos años más tarde, Pagnol convirtió su película en una novela, también en dos partes. "L'eau des colines I, Jean de Florette" y "L'eau des colines II, Manon des sources".

Si Pagnol convirtió en novela su película, en 1986, Claude Berri convirtió en película la novela de Pagnol. Dos películas que correspondían con gran precisión con las dos partes de la novela de Pagnol.


Yves Montand y Daniel Auteuil encarnan magistralmente al Papet y a Ugolin.
 Una joven y guapísima Emmanuelle Béart encarna a Manon, la pastora de las colinas,
la hija de Jean de Florette

 Pobre Ugolin...

Portrait von Ugolino della Gherardesca; Stich aus Lavaters Physiognomischen Fragmenten.
Johann Caspar Lavater: Physiognomische Fragmente. 1775-1778.
Ugolino della Gherardesca, conde de Donoratico, fue un noble y comandante naval de la ciudad italiana de Pisa que vivió en el siglo XIII. 
Este personaje debe su fama a Dante, que en su Divina Comedia lo sitúa en el último círculo del infierno (cantos XXXII y XXXIII). En un terrible pasaje que el poeta inglés Walter S. Landor califició como las treinta mejores líneas de toda la poesía, se ve al conde Ugolino mordiendo la cabeza del obispo Ruggieri.

En la Comedia, Ugolino explica a Dante como los prisioneros murieron lentamente de inanición, y antes de morir, sus hijos le pidieron que se comiera sus cuerpos («Padre: más corto será el duelo si comes de nosotros: Tú que vestiste nuestra carne, desnúdala si quieres»). Finalmente, Ugolino dice que «el hambre pudo más que el dolor». Así, de la frase deliberadamente ambigua puede entenderse que el conde murió de hambre antes que de pena, aunque la interpretación más popular es que Ugolino acabó comiéndose los cuerpos de sus hijos y nietos. Por este motivo, se le conoce como «el Conde Caníbal», y a menudo se le representa mordiéndose sus propios dedos.