"Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos."
Julio Cortazar, Rayuela, capítulo 73.
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jueves, 26 de enero de 2012

Eleni

Hace tres días que una motocicleta conducida por un policía atropellaba a Theo Angelopoulos y acababa con su vida. Un hombre que paseaba su mirada por la vida con lentitud, sin prisa... La ropa tendida en un paisaje gris entre una tierra fría y sin vegetación y un cielo de plomo. Los trenes que cruzan este paisaje son como las vidas que pasan sin ningún destino concreto con pequeñas alegrías y grandes sufrimientos para no llegar a ningún sitio. El cine es un espejo en el que se refleja la vida, como en los espejos que tanto gustaban a Angelopoulos.

Un cine para ver y escuchar sin prisa. El sufrimiento es lento como el cine de Angelopoulos.


Eleni es la vida de una niña perdida, sin nada, que se agarra a lo poco que puede agarrarse, a alguien que le quiere, a unos hijos que perdió y que nunca recuperará. Lo que conocemos de su vida son pequeños destellos como los reflejos en el río al que llegan estas gentes huidas, perseguidas y que quieren seguir viviendo a pesar de todo...

Un grito desgarrador es lo que Eleni deja en nosotros. La tristeza de un paisaje yermo, el agua invadiendo el mundo, las guerras destruyendo a las gentes, una comunidad opresiva... enmedio de todo esto pequeños destellos de luz, de ropa colgada, de tímidas caricias... y el grito y la locura como única escapatoria y como única forma de protesta por tanto dolor.








Una frágil hebra de hilo es lo único que nos mantiene unidos a todo aquello con lo que están tejidas nuestras vidas...

Interesante artículo sobre el cine de Angelopoulos