Magnífica película de John Huston sobre una obra de teatro de Tennessee Williams en la que, en un tono de comedia plagada de diálogos ingeniosos, se plantea de forma descarnada el drama de las relaciones humanas en un ambiente de represión y al mismo tiempo de exaltación sexual. La dificultad de controlar nuestras pasiones nos conduce a los humanos a situaciones tanto más tristes y angustiosas cuanto mayor es nuestro esfuerzo por mantenerlas a raya. La extraordinaria interpretación que hace Richard Burton de un clérigo obsesionado por la pureza y la virtud, aunque raya en lo grotesco en muchos momentos, muestra la lucha y el fracaso de un hombre desesperado y sobre todo desorientado, como la iguana cuando es liberada, que busca refugio en un mundo de fantasía y que vive en una permanente huida de la realidad. A Richard Burton le acompaña una increiblemente guapísima y seductora Ava Gardner en la explosión de su madurez. El contrapunto lo pone la gran actuación de una Deborah Kerr, también madura, cuya belleza y actitudes contenidas recuerdan a los retratos de aquellas elegantes damas del Renacimiento italiano.
Una cita en Bray: una cita en el cine
Una cita para compartir ensueños. Una cita con el cine y con la literatura, porque el cine y la literatura acercan hasta nosotros imágenes que evocan nuestros recuerdos, nuestras ensoñaciones y nuestras sensaciones presentes, pasadas y futuras. Porque en el cine y la literatura las realidades parecen de ficción y las ficciones parecen reales diluyendo las fronteras entre el sueño y la realidad.
"Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos."
Julio Cortazar, Rayuela, capítulo 73.
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