"vis... vis... vis toujours..."
Hace ya bastante tiempo que a una frustrada lectura en francés de "Vie et destin" de Vasili Grossman siguió la lectura de la versión castellana (traducción de Marta Rebón). Uno de los pasajes más impresionantes de toda la obra es la última carta que desde el gueto judío escribió a su hijo una madre que tras ser despojada de todo fue despreciada y tratada como basura antes de ser conducida a la muerte. Su lectura nos deja sin aliento. Sin embargo, la carta termina con una petición desesperada que esta madre dirige a su hijo: Vive... vive... vive siempre..."
Una excepcional interpretación de Catherine Samie pone voz y expresión y vida a esta sobrecogedora carta en la excelente película de Frederick Wiseman. Después de ver esta película nada es lo que era...